Vívaro es mi familia. El lugar donde he crecido profesionalmente y me he desarrollado. Donde he aprendido y mejorando habilidades, adquirido conocimientos y vivido experiencias, siempre acompañada de los valores de Grupo Vívaro: adaptabilidad, agilidad, empatía, pasión y creatividad.
He cumplido sueños, metas y objetivos en mi vida laboral y personal a lo largo de estos 26 años, pero aún quedan sueños y metas por cumplir. Las ganas de seguir aprendiendo se mantienen, al igual que las ganas de desarrollar y experimentar los retos que se presenten con espíritu de servicio, de contribuir al conocimiento y experiencia de mi equipo de trabajo.
Mi nombre es Verónica Martínez Martínez, soy Gerente de Tesorería en Grupo Vívaro. En esta función doy servicio a Vívaro Telecom, Vívaro Video, Vívaro Media, Vívaro Digital, Vívaro Gaming, Vívaro Properties, Vívaro Comunidad y el resto de las empresas filiales.
Soy parte de la historia, parte de lo extraordinario. Soy parte de “fue cuando comprendí que esta empresa iba a ser más grande de lo que nunca imaginé”, frase de nuestro Presidente y Fundador, Don Gustavo De la Garza Ortega. Y es cierto: hoy, Vívaro es más grande de lo que imaginamos.
Llegué a Marcatel un 19 de septiembre 1996: ese día me convertí en el número 10 de nómina y lo he sido desde entonces. Entré con muchas expectativas, con metas, sueños, con una gran disponibilidad para iniciar de cero en esta empresa. Sabía que se presentarían retos porque solo éramos 10 personas, pero también tenía la certeza de que en corto tiempo creceríamos exponencialmente.
Éramos 4 directores, 2 asistentes, 2 gerentes, 1 especialista de sistemas y su servidora en operación de fondos. Todo lo relacionado a la tesorería y finanzas estaba en mis manos, no había un Director de Finanzas, ni personal de contabilidad.
Marcatel inició prestando servicios de larga distancia. A lo largo del tiempo ha evolucionado buscando la mejor tecnología y creando nuevos productos y servicios de telecomunicaciones, adquiriendo nuevas empresas, compitiendo con grandes empresas, permaneciendo en el mercado. De todas las empresas que iniciaron al mismo tiempo es la única que no se vendió, se fusionó o desapareció.
En los últimos años, hemos incursionado en nuevos retos de transmisión, producción, digitalización y entrado al mundo de los esports. Más recientemente, fui testigo del cambio de nombre a Grupo Vívaro y el nacimiento de nuestra nueva identidad.
Durante estos 26 años, Marcatel, ahora Grupo Vívaro, me capacitado y desarrollado como profesional a través de conferencias, cursos, diplomados y mucho más. Esto es cierto no solo para mí, sino para todos los miembros de la organización: el objetivo es, y siempre ha sido, hacernos mejores líderes y comunicadores, además de lograr una acertada toma de decisiones.
En estos 26 años, la presencia de Marcatel en mi vida ha ido más allá de lo profesional. Ha estado a mi lado en algunos de los momentos más importantes de mi vida: tener novio, casarme, tener un hijo, divorciarme y estar sola por más de 10 años, quedarme con mi hijo de 9 meses. En momentos difíciles logré salir adelante gracias a una actitud positiva, apoyado por mi familia y mi familia Marcatel.
Una familia formada por las extraordinarias personas que he conocido a lo largo de los años, algunos que permanecen en la empresa, otros que ahora recorren caminos diferentes. En la mayoría de los casos, aunque empezamos como compañeros, han florecido amistades que convierten nuestras convivencias en una auténtica familia Vívaro.
Al igual que Vívaro, tengo un pasado inspirador, un presente innovador y un futuro extraordinario. Sé que hay algo más para mí, que seguiré creciendo y aprendiendo qué es lo que más me gusta, cumpliendo objetivos y logrando retos.
Le doy gracias a Dios por ponerme en el camino en esta gran empresa. Siempre digo que Dios pone los medios y las personas correctas para salir adelante en todo lo que se te presente. Gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas, por las que sigo recibiendo, por las que voy a recibir. Gracias a Grupo Vívaro por todo lo que me ha dado, me sigue dando y por lo que estoy por recibir.
Quedo a las órdenes de todos los integrantes de Grupo Vívaro: estoy a una video llamada, chat o correo de distancia.
Dios bendice sus vidas cada día.